Rafael de Penagos (1889-1954), nació en Madrid y estudio en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, comienza a hacer dibujos para "La novela ilustrada" dirigida por Vicente Blasco Ibáñez.
Con el uso de la xilografía relativamente reciente, los artistas podían en esas fechas publicar sus obras en revistas y carteles. Penagos es un artista polifacético, que crea cuadros, dibuja y realiza ilustraciones, domina el lápiz el carboncillo , la acuarela, las tintas de color y el gouache, trabaja menos al oleo.
Llega a España la Belle Époque, con renovadas ideas estéticas y actividades culturales y de ocio más libres, y es este ambiente el que refleja el artista en sus obras. Se incorpora a la vida cultural de Madrid siendo uno de los asiduos contertulios del famoso Café Gijón. En 1908 participa con sus carteles en los concursos del Baile de Máscaras y Teatro Real del Círculo de Bellas Artes, institución de la cual recibió numerosos premios. Sus carteles al igual que el resto de su obra refleja las costumbres del momento y tienden a imbuir a las mujeres en un nuevo estilo, más europeo y modernista: estilizadas, fumando, con tacones altos, de peinado y maquillaje refinado. Sus dibujos al respecto se convierten en el modelo de los felices años veinte de las grandes capitales españolas.
En 1913, consigue una beca para estudiar en París y Londres, a su regreso a España trabaja como cartelista y publicista para diferentes empresas comerciales y también realiza trabajos para las principales revistas de la época como: Nuevo Mundo, La Esfera, Blanco y Negro y ABC, simultaneando su labor con editoriales, así en 1915 ilustra los populares “Cuentos de Calleja”.
En 1925, Penagos recibe la medalla de oro en la Exposición Internacional de Artes Decorativas de París. En los años siguientes colabora con la editorial Espasa en las portadas de sus libros y en el diseño gráfico de anuncios publicitarios, como el del jabón Flores del Campo. En 1935 es nombrado Catedrático de Dibujo en el Instituto Cervantes.
Durante la Guerra Civil es uno de los veteranos cartelistas republicanos. En 1948 se marcha al exilio en Sudamérica y reside en Chile y Argentina. En 1953 regresa a España y, un año después, el 24 de Abril muere en Madrid de una trombosis cerebral.
La Fundación Mapfre cuenta actualmente con el mayor repertorio de sus trabajos (246 obras), gran parte accesible en línea a través de este ENLACE con la opción de verlas a pantalla completa.
Las imágenes que les expondré a continuación están tomadas de distintas fuentes (indicadas en el titulo de la lamina), a destacar el blog El Dibujante un blog para i-lustradores dirigido por Juan Muro y su entrada sobre este artista ENLACE de donde he extractado parte de lo escrito anteriormente.
Para ampliar las imágenes piquen sobre ellas y una vez en el servidor escojan tamaño original.
003 -Tórtola Valencia- Colecciones artísticas Fundación Mapfre.
Cartel de la bailarina Tórtola Valencia, uno de los personajes más excéntricos y creativos de la nueva danza en España, realizado por Penagos para el Institut del Teatre de Barcelona.
Carmen Tórtola Valencia (1882-1955) fue una bailarina española, nacida en Sevilla, se había formado en Londres. En 1908 comenzó a pisar fuerte como una de las renovadoras de la nueva danza en Europa, siguiendo el impulso que habían dado a este arte Isadora Duncan y los Ballets Rusos de Sergei Diaghilev. Todo el misterio, exotismo y evasión que apasiona en estos años anteriores a la guerra están condensados en el arte de esta bailarina que actuaba descalza en los escenarios europeos fascinando a un selecto público.
Los artistas y literatos españoles vieron a Tórtola como una nueva musa que daba vida y aliento a unos ideales estéticos todavía alimentados del espíritu simbolista. Es en este cartel de Penagos, donde el arte de la bailarina esta mejor sugerido. Tórtola, con sus brillantes adornos de pedrería, gestos y sedosas vestimentas, era para sus selectos amigos la reencarnación de mujeres míticas, la Antigüedad remota.
La influencia de Tórtola en Penagos no es algo insignificante, de hecho son varias las evocaciones que tenemos de la bailarina. En este cartel Penagos presenta a la bailarina en una actitud agitada, un talle alto con una cinta que lo sujeta y se ondula. Las sandalias cogidas con una cinta entrelazada le dan un cierto tono de danzante heredera de las viejas culturas mediterráneas.
Figura indiscutible de la danza de su tiempo, artista innovadora, icono del Modernismo, mujer misteriosa y fascinante, Tórtola Valencia acaparó la prensa de la época con sus montajes artísticos que pretendían recuperar y recrear las civilizaciones antiguas y exóticas. Inspirándose en Egipto o en el mundo precolombino, Tórtola revolucionó junto con otras bailarinas coetáneas el concepto de “danza”. Con sus pies descalzos (costumbre que le valió el sobrenombre de Rubén Darío), y con vestuarios sugerentes, Tórtola creó coreografías inolvidables, como la Danza del Incienso, de la Serpiente o la Bayadera. Musa de intelectuales como Valle-Inclán o Pío Baroja, su éxito se vio pronto consolidado, triunfando en los escenarios europeos y americanos entre 1911 y 1930, año de su retirada. Con esta intensa trayectoria, es difícil entender por qué la figura de Tórtola Valencia cayó en el olvido y la repercusión de su muerte (en 1955) fue más bien escasa.
Amplia información en este ENLACE
Enlaces de interés para ver obras de Penagos aparte los links ya indicados:
En el blog La pintura de un maquinista: ENLACE
Aquí 100 imágenes del artista: ENLACE
Google Imágenes: ENLACE
Imágenes Pinterest: ENLACE y ENLACE
Otro blog con imágenes: ENLACE
Saludos.
Excelente y maravilloso artista, me recuerda a las ilustraciones de los Cuentos de Callejas. Saludos y gracias por tu calidad y generosidad para con todos aquellos que no tenemos el acceso directo a tan hermoso legado cultural. enrique
ResponderEliminarCreo recordar que el hijo de Rafael Penagos también se llamaba así; y es el culpable de esta sabrosa letra acompañando la no menos majestuosa y plena música de Theodorakis , aquí :
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=2KiAMxtyFAM
Hay una canción de los Beatles con esta misma música, que no le llega ni a los pies en la letra. Hay que saber ser esteta a veces, decir, pintar, moldear las tonalidades de lo lírico, de lo bello o del corazón con elegancia y esbeltez en la antitésis del oscuro y primitivista Goya, donde la luz sea mayoritaria, algo de vida exulte, aclare y reconcilie.
De nada Enrique, como siempre digo es un placer compartir con ustedes. Saludos.
ResponderEliminarHola Robin, cierto tenia el mismo nombre y por lo que se era actor y poeta, no sabia que fuera también letrista de canciones. Saludos.
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